miércoles, 27 de octubre de 2010

ÑAM ÑAM , QUE HAMBRE!! FIESTAS, FERIAS, YA ME TOCA RUTA GASTRONÓMICA 2011

Comer por la patilla

Es un nuevo blog que nos cuenta de distintos sitios en la geografía española donde comer gratis; hay muchos trucos para comer gratis; y no digo engañar a un restaurante poniendo una mosca en la sopa; sino acercándose a lugares donde ofrecen comida gratis; en eventos como: presentaciones de empresas, obras o eventos; en concursos, ferias, fiestas de pueblos, catas de alimentos o productos regionales, dias especiales por festividades, patronos de distintas regiones, comidas populares como las fiestas del Tablero de Maspalomas donde cada año hacemos la Asociación de Cocineros, Reposteros y Panaderos " Mojo Picón" una Macro-paella para 3000 personas y donde espero veros el proxímo año 2011, … son muchos los dias en los que en algún lugar de España nos invitan a comer.


¿Comer a base de comidas gratis ? Es complicado, pero no imposible. El turismo gastronómico es muy muy gozoso…. y gratis muchísimo mejor!

Fiesta de la Castaña ‘Mauraca’ en Capileira
Año 2010
La localidad granadina de Capileira celebra el próximo lunes 1 de noviembre su Fiesta de la Castaña ‘Mauraca’. Será a partir de las 17.00 horas en la plaza Vieja. La organización corre a cargo del Ayuntamiento.

Año 2010
La localidad cántabra de Casar de Periedo va a celebrar el próximo domingo 14 de noviembre la tradicional Fiesta de la Alubia y la Hortaliza. La de este año es la sexta. Donde además de haber degustaciones de estos productos durante todo el día, también habrá una feria para amenizar la visita a esta fiesta.

Estos son algunos ejemplos de fiesticas típicas de pueblo donde se pueden degustar todo tipo de viandas " VIVA LA GASTRONOMÍA ESPAÑOLA" y visitar la página para proximas rutas gastronómicas por península y canarias. http://www.comerporlapatilla.com/

MI VIAJE A LAS SALINAS DE FUENCALIENTE






En uno de mis viajes a la isla bonita "La Palma" pude conocer de primera mano Las Salinas de Fuencaliente. Os puedo decir que teneis que visitar la isla de norte a sur, no os vais a arrepentir.
En este paisaje volcánico casi lunar, nace un producto canario más, de muy alta calidad que podemos emplear en nuestras elaboraciones de cada día, desde un mojo, pasando por unas papas arrugadas, a un pescado a la sal, asi sucesivamente hasta un sinfín de platos creativos o tradicionales.

De constituir una herramienta básica de la cocina tradicional, la sal está pasando a ser el ingrediente principal de los platos más atrevidos del momento.

Los Chefs de vanguardia buscan en ella el valor añadido de sus recetas. Actúa como agente conservante de productos como el bacalao o las aceitunas; su presencia es imprescindible en el proceso de elaboración del jamón y los embutidos, así como en toda la salazón y ahumado de carnes y pescados; se emplea en repostería y heladería para potenciar los sabores... y todo esto no es más que el principio de un ilimitado repertorio de aplicaciones que recoge los usos que le han dado todas las culturas gastronómicas actuales y pasadas.
La Flor de sal posee un sabor delicado y puede emplearse tanto a mitad de la cocción como en su acabado y presentación. La textura y gusto que muestra este producto estrella de la cocina, hace que los platos orienten sus preferencias hacia un tipo u otro.
Si la cocina se viene perfeccionando hasta alcanzar la vehemencia, por qué no la sal para condimentar los platos, y aunque son numerosas las que podemos encontrar en el mercado (muchas provenientes de la costa atlántica francesa), en nuestras hermosas Islas, para ser más exactos en el sur de La Palma, en el municipio de Fuencaliente, quien debe su nombre a la fuente de aguas termales medicinales conocida como Fuente Santa que había en la costa del municipio, cerca de la actual Playa de Echentive, y que fue sepultada por las lavas del volcán de Fuencaliente, se erige uno de los paisajes más hermosos de Las Islas Canarias declarado “Espacio Natural de Interés Científico”: Las Salinas de Fuencaliente, quien nos ofrece esta apreciada Flor de Sal.

La Flor de Sal de las salinas de Fuencaliente tiene una textura, un sabor y un color muy especial, que vienen dadas por la ubicación de las Salinas de Fuencaliente, un lugar donde la cadena volcánica se sumerge en el mar, rodeado por un océano limpio, que se purifica continuamente dada las fuertes corrientes del Sur de La Palma, declarada Reserva Mundial de la Biosfera.

Esta delicatessen es cada vez más empleada por nuestros profesionales de la cocina, quienes están siempre en constante investigación en busca de productos que emanen de nuestras Islas.
Entre sus principales cualidades se destaca un menor contenido en sodio, y su mayor riqueza en sales magnésicas. Posee un sabor delicado y sutil, que se prolonga en el paladar y acentúa el sabor natural de los alimentos como ninguna otra sal. En cuanto a la textura, es una sal de pequeñas escamas muy finas y delicadas que se deshacen con facilidad entre los dedos, transformándose en pequeñas partículas de sal con una mezcla entre blanco y rosa pálido. Color rosáceo que se debe circunstancias científicas que suman mayor riqueza a la sal.
Cultivo de la flor de sal

Al atardecer de los cálidos días de verano, cuando los alisios se retiran hacia el mar y con la ayuda de una herramienta que han denominado “cedazo”, en las Salinas de Fuencaliente recolectan esta fina capa de sal con movimientos lentos y regulares. La sutileza requiere verter toda el agua en un colador de grandes dimensiones. No obstante, esta recogida tiene que realizarse de manera rápida , ya que una vez quebrada la capa de sal , empieza a descender. El cultivo de la flor de sal es fruto de un proceso natural y laborioso, ya que sólo se cristaliza con la combinación óptima de mucho sol, poca humedad y una leve brisa . Así, se logra conservar todo los valiosos minerales y oligoelementos que provienen de la naturaleza del mar.



Proceso productivo Natural

Los 4 elementos dan vida a la sal de forma natural
El Mar: el agua es captada de la ribera del Océano Atlántico que baña la costa de Fuencaliente, vértice sur de la isla de La Palma.

El Sol: el calentamiento previo se produce en los cocederos o charcas, donde se concentra la salinidad, de 36 gr./litro a unos 290 gr./litro antes de llegar a los cristalizadores.

La Tierra: el agua más concentrada llega a los cristalizadores o salinas, pequeños rectángulos de barro y piedra negra que atrae el calor y permite la cristalización del agua marina, alcanzando 360 gr./litro su punto más álgido.
El Aire: la sal se extrae de las salinas para colocarla a su orilla y así, los alisios pueden secarla y extraerle la humedad para su almacenamiento.


Artesanal

Los artesanos de la sal aplican el buen hacer de la tradición .

La recolección: desde los antiguos romanos se recolectaba la sal y se distinguía como un producto apreciado. El hombre ha utilizado herramientas para su recogida, herramientas tradicionales que han llegado a la actualidad como el rastrillo o la raspadera, o el cedazo empleado especialmente para la recolección de la apreciada Flor de Sal.
El Almacenamiento: Antes de las primeras lluvias otoñales, la cosecha debe ser almacenada, pues el período de zafra comprende los meses de mayoa octubre o noviembre, las carretillas y palas se hacen extremidad es del artesano, que con delicadeza para no dañar la estructura de la salina, extrae pequeños tesoros 100% naturales.

Transformación: Un proceso de molienda, secado (solo la sal fina) y envasado, donde no interviene ningún proceso químico, permite un grano de sal uniforme, sin alterar las valiosas cualidades oligoelectricas y minerales de la Sal Marina TENEGÚIA.

Mantenimiento: Durante el resto del año, se mantiene la estructura de las salinas y antes del inicio de la cosecha anual se limpian y acondicionan, quedando durante ésta época invernal al servicio de la naturaleza.

Las salinas de Fuencaliente, representa definitivamente, unos de esos paisajes productivos que debemos añadir a esa lista que muchos tenemos de “lugares para visitar”, y es sin duda uno de los destinos obligados para un buen gastrónomo. Así que, este maravilloso lugar es el destino por excelencia para este verano, cuando están en plena producción de sal.


Consejos de los gourmets

Es ideal para aderezar alimentos que serán consumidos directamente, sin disolver los granos de la flor, ya que estos granos poseen una textura blanda y un sabor marino muy agradable al paladar. La flor de sal de las SALINAS DE FUENCALIENTE, con un delicioso sabor a mar, le da un exquisito gusto a los platos, que sin duda, complace a los paladares más exigentes.

martes, 12 de octubre de 2010

CON ESTAS LLUVIAS COMIENZA UNA NUEVA TEMPORADA DE SETAS, HONGOS, BOLETUS Y CRIADILLAS DE TIERRA

Criadas bajo tierra, trufas venidas a menos.
Nacida soy en La Palma

Sin hueso ni coyuntura

Y sin cruzar el Atlántico

Criada en Fuerteventura

Con esos dos nombres para cada isla, nacidas en La Palma y criadas en Fuerteventura, se conocen unas trufas venidas a menos y de gran sabor.


Viera y Clavijo, en su Diccionario de Historia Natural de las Islas Canarias, las denomina “criadillas de tierra” y las describe redondas y negruzcas por fuera, blanquizcas y jaspeadas por dentro, faltas de raíces y de tallos, de buen sabor y de olor grato, que se crían escondida bajo tierra en parajes arenosos e incultos de Lanzarote y El Hierro y de las que se hace uso en las cocinas para los guisados. Ahora bien, Viera las confunde con un helecho y no lo son.


La criada, al carecer de raíces como el tubérculo, recibe el alimento por un pequeño cordón umbilical que sintetiza en una pulpa entre rosada y blancuzca en nódulos interiores de un granulado más claro, parecido a los cataplines, testículos o criadillas de animal (carnero, macho, toro). De ahí su nombre de criadilla de tierra.


Suele tener el tamaño de una papa no muy grande (de 4 a 5 centímetros de diámetro), de forma irregular según la dureza del terreno, pero de menos densidad que la papa, más ligera. También se da en los jables de Jandía, la diferencia es que éstas mantienen en su interior jable: al comerlas pasa como con los berberechos con arena, que son desagradables al masticar.


Se recolecta con una cucharilla o palillo, buscando en los alrededores del turmero o el castillejo, donde la tierra se cuartea y está hinchada. Se escarba con cuidado y se va retirando la tierra de su alrededor hasta que se saca. En buenos años, una persona experimentada puede coger uno o dos kilos en una mañana o tarde. En 1969 (fue un año regular), compré en el comercio de Listrito (q.e.p.d.) un saco de 25 kilos a 6 pesetas el kilo y, cosa curiosa, las papas las tenía a 10 pesetas el kilo.


Se pueden rellenar corderos, baifos, conejos y perdices, haciéndolos después de hilvanada la barriga en asadera de barro y al horno, con un mojo estilo salmorejo. Le da un sabor especial a la carne (“Las carnes bien las guisa el ama, pero mejor la criada”). La mayoría de la gente las come guisadas en salmuera, con un hervor es suficiente. Cuando éramos pequeños las asábamos sobre una lata y le poníamos sal.


Cuando las recolecte las preparare al ajillo, troceadas después de lavadas, con ajos picados, aceite, sal y pimienta y preparadas en cazuela de barro a fuego lento (son mejores y de más sabor que los champiñones o las setas); cortadas en rodajas y asadas a la plancha con sal, pueden acompañar cualquier carne; en carnes o asaduras compuestas, en lugar de papas, colocándolas troceadas al final es suficiente dándole un hervor; salteadas con ajos, aceite o mantequilla, perejil, orégano y un chorrito de vinagre, a fuego lento, hasta que hierva.

PEQUEÑO CATÁLOGO DE SETAS CANARIAS

Algunas de las setas y hongos más comunes (y alguna rara) que se pueden encontrar en Canarias.


Paxillus panuoides. Aparece en tocones o en trozos de madera, sobre todo de pinar.









Cystoderma cinnabarina. Típica del pinar, existe una variedad endémica de Gran Canaria, de color blanco, la Cystoderma cinnabarina nogalesis, localizada sólo en tres ocasiones en Tamadaba.

















Amanita muscaria. Alucinógena y muy tóxica, aparece en bosques de eucalipto, pino y castaño.













Amanita pantherina. Tóxica, aparece en el castañar y el eucaliptal.













Hypholoma fasciculare. Venenosa, es típica de la madera en el
monteverde y el castañar.
















































































ANGEL PALACIOS, Y LA ALTA COCINA MADRILEÑA, EN CANARIAS


Invitado por HECANSA vendrá a las islas el chef ejecutivo del restaurante La Broche (Hotel Occidental Miguel Ángel).

Durante siete días, el joven chef catalán oficiará en distintos almuerzos y cenas temáticas que se ofrecerán al público en general en el Hotel Escuela Santa Cruz (Tenerife) y en el Hotel Escuela Santa Brígida (Gran Canaria). De forma paralela, los profesionales de los restaurantes adheridos al Plan de Mejora Gastronomía de Canarias y los alumnos de los dos centros hotelero-docentes de HECANSA atenderán a sendas clases magistrales con demostraciones que contribuirán a completar su formación.

Nacido en Barcelona, y tras terminar sus estudios en una de las mejores escuelas de hostelería de Cataluña, JOVIAT, Palacios empezó a trabajar con Martín Berasategui en su restaurante (tres estrellas Michelín). Siguiendo los consejos del cocinero vasco continuó aprendiendo en prestigiosos restaurantes de Francia y España. Fue en El Bulli donde conoció a Arola y le siguió en la apertura de La Broche en Madrid en 1998 como Jefe de Cocina y de Pastelería. Joven inquieto, en el año 2002 se traslada a Florida donde ejerce como Jefe de Cocina y General Manager del Restaurante La Broche de Miami, época en la que el restaurante es reconocido como” Cuchara de Oro al mejor restaurante español” y “Mejor Restaurante del Sur de Florida por el “Sun Sentine. Siempre unido a los proyectos de Arola, ejerce en el Restaurante Arola Barcelona como Jefe de Cocina y en el Restaurante Arola Madrid como Chef Ejecutivo para desde el año 2008 convertirse en el Chef Ejecutivo del Restaurante La Broche de Madrid – establecimiento que ostenta una estrella en la prestigiosa Guía Michelín.

Reconocimientos:
· Una estrella Michelín (2010).
· Mejor cocinero de España 2008.
· America’s Best New Chef 2003.
· Representante de España en el Bocuse D´Or Europa 2008.
· Mejor Postre Guía Gourmetour 2001.




¡Vive la gastronomía!

martes, 5 de octubre de 2010

LA REVOLUCIÓN DE LA COCINA DULCE



Los postres han conseguido hacerse con un lugar privilegiado en el mundo de la restauración, llegando incluso a la cima de la alta gastronomía, gracias a la nueva figura del cocinero de postres.

Esta nueva generación de profesionales han protagonizado una revolución que ha supuesto el paso de la pastelería del obrador a la pastelería de las cocinas.

La mayoría de ellos, formados en los talleres de repostería y pastelería, han aplicado todo su conocimiento y sus técnicas a la restauración, elaborando auténticos postres de autor. Y además, han creado escuela.

Los países que han encabezado esta revolución han sido, por este orden: Francia, Bélgica y España.

La mayoría de cocineros especializados en postres han visto nacer su vocación entre los cruasanes, los pasteles y las tartas de los obradores de las pastelerías.

Es el caso de uno de los pioneros en España, Paco Torreblanca. Su historia de amor con el universo dulce empezó en Francia. Cuando sólo era un niño estuvo un tiempo trabajando en una pastelería de París, regentada por Jean Millet, a quien considera su único maestro. La aventura inicial se trasformó en una experiencia de nueve años: “Me di cuenta que el postre en un plato me ofrecía más creatividad”, confiesa.

Él ha sido el guía de una joven generación que ha aplicado las últimas técnicas e innovaciones a la cocina dulce y la ha dotado del mismo prestigio que el resto de la gastronomía.
Albert Adrià fue una de los primeros en volcar toda su creatividad en los postres.

Le siguieron otros como Jordi Butrón, que en 2002 abrió las puertas del primer y único restaurante de postres en Europa: el Espai Sucre, situado en Barcelona. También fundó una escuela especializada en este plato, junto a Jacobo Torreblanca, hijo del maestro de la nueva horneada de cocineros de postres.

De esta promoción también sobresalen nombres como Oriol Balaguer, Jordi Roca, David Inglada o Ramon Morató, especializado en el chocolate.
Ellos son los auténticos revolucionarios del mundo de los postres. “Hasta hace pocos años el postre en los grandes restaurantes era considerado un producto menor y sobretodo el tipo de producto que se servía era parecido al que había en las pastelerías”, sostiene Morató. Una convicción que comparte Paco Torreblanca: “En España no se valoraba el postre, y durante unos años se vio que faltaba una pieza importante en la comida. De hecho, parte de la nueva cocina utiliza técnicas de pastelería”. Si bien la figura del cocinero de postres se ha dignificado y ha conseguido un reconocimiento, Morató advierte que “todavía queda mucho camino”.

Fascinación por los postres
Después de su etapa de formación en Francia, el alicantino Paco Torreblanca abrió su propia pastelería en Elda, Alicante, caracterizada por unas elaboraciones de alta gama y por una estética muy elegante. Actualmente, además de esta tienda posee otra en la misma localidad con cafetería y estilo francés, y en diciembre pasado abrió una nueva en Alicante, totalmente de diseño. Este maestro ha creado su propia marca, Torreblanca, equiparable a cualquier otra enseña de lujo: “Queremos que se asocie nuestro producto a un regalo, es decir, al placer de obsequiar a los amigos o la familia con un panettone o una tarta, por ejemplo.

Vemos nuestros productos como joyas, los cuidamos e intentamos mejorar cada año”, argumenta. Además de las tiendas dirigidas al consumidor final, Torreblanca posee también el obrador Totel donde fabrica todo tipo de postres y productos a medida para la hostelería, el catering y la restauración.



Este alicantino se ha convertido en toda una institución. Su figura y su iniciativa profesional tanto en los ámbitos de la pastelería como de la restauración han sido reconocidas en sucesivas ocasiones: mejor maestro artesano pastelero de España 1988, mejor maestro artesano pastelero de Europa 1990, mejor pastelero de postres de restaurante de España 2004 y premio especial de la Academia de Gastronomía en 2006.

Los numerosos libros sobre postres que ha escrito también han sido galardonados: Paco Torreblanca obtuvo el premio Gourmand World Cookbook Awards al mejor libro de postres del mundo 2003, que repitió con Paco Torreblanca 2, también distinguido como el mejor libro de postres en España en 2006.

El catalán Ramón Morató, nacido en la localidad barcelonesa de Manlleu, es uno de los discípulos de Torreblanca. Sin ningún tipo de vinculo familiar con la pastelería, a él también le fascinaron las posibilidades creativas de este mundo desde el principio. “Yo empecé en una pequeña pastelería los fines de semana, poco a poco me fascinó la posibilidad de tocar, mezclar y transformar una serie de ingredientes en un nuevo producto.

Llegó un momento en que me dedique de lleno a la pastelería y decidí que debía especializarme realizando un peregrinaje por diferentes establecimientos al tiempo que asistía a todos los cursos y seminarios que se organizaban en el Gremio de Pastelería de Barcelona”, recuerda. Después consiguió una beca para visitar la Escuela del Gremio Provincial de Pastelería de Barcelona, Confitería, Heladería y Chocolatería de Francia donde se introdujo en la alta pastelería.
Además de iniciar un periplo por varias pastelerías españolas, Morató pasó también por destacados centros de tecnología del chocolate como la ZDS en Solirgen, Alemania, y Richard Consell, en Francia. Allí se dejó seducir por los placeres del chocolate, producto en el cual se ha especializado. Pese a su juventud, en 1997 obtuvo el título al mejor maestro artesano pastelero en España y el sexto puesto en el Campeonato del Mundo de Pastelería en Stuttgart (Alemania). También ha escrito Ramón Morató Chocolate, distinguido por el Gourmand World Cookbook Awards como mejor libro especializado en chocolate, y es coautor de otros como, La nueva generación de la confitería español.

Los secretos del postre
El postre puede ser algo tan simple como el plato que se sirve al final de cada comida o se puede convertir en una creación de alta gastronomía, un auténtico placer para la vista y el paladar. Este plato milenario se ha asociado siempre a lo dulce y al placer final.

¿Pero tiene que ser dulce por antonomasia? Paco Torreblanca la pone en duda: “No necesariamente, pero es fundamental conjugar el dulce con picantes, salados, especias, etc.

Además, el azúcar nos da sensación de placer”. En cambio, por su parte, el pastelero barcelonés es un claro defensor de la dulzura del postre: “Sin excesos pero debe ser una fiesta.


Estéticamente debe ser elegante y transmitir gula”. El maridaje entre texturas, temperaturas y sabores también son factores claves. “Al ser el plato final, debe de armonizar con los platos salados y los vinos. Para ello también hay que tener muy en cuenta las temperaturas y las texturas”, resalta Torreblanca. “Podemos ofrecer postres con diferentes contrastes de temperaturas y texturas o postres más o menos planos, pero la calidad de los ingredientes siempre debe ser indiscutible”, añade Morató.
Actualmente a toda esta tradición y conocimiento del mundo de la pastelería se le pueden sumar las últimas tecnologías culinarias dando lugar a auténticas obras de arte como las que fabrican los nuevos cocineros de postres. “Es necesario tener una buena base para poder desarrollar las técnicas”, sentencia Torreblanca. “En mi opinión, nunca debemos de olvidar el sabor ni los gustos tradicionales. Nosotros los adaptamos y les damos una estética diferente”, añade.

Sus últimas innovaciones son los cristales líquidos y los nuevos desarrollos sobre el azúcar isomalt.
Experimentar en su laboratorio con las materias primas es también uno de los grandes placeres de Morató. Primero analizar los productos: “Cada plato es un mundo, cada producto está pensado para una cosa concreta, quizás el punto en común es la búsqueda del porque del uso de cada una de las materias primas que incorporo al producto”. A partir de aquí a probar: “Desde hace años soy un apasionado por la tecnología y me gusta aplicar estos racionamientos”. Los últimos ingredientes que ha incorporado a sus postres son: aceite especial de Ylang Ylang, galletas crujientes y notas balsámicas.
Postres a medida para la restauración
Paco Torreblanca ha tenido un gran olfato para los dulces pero también para los negocios. Su gran mérito ha sido aplicar su experiencia y conocimiento de la pastelería artesanal al canal Horeca. Su marca se fabrica en Totel, uno de los obradores mayores y mejor equipados que existen en nuestro país. Aquí es donde se fabrica una amplia gama de sutiles y elegantes postres y bombones dirigidos a la hostelería y la restauración: “Ofrecemos postres, cremas y salsas para que cuando lleguen al restaurante, terminen los platos y le den su propia personalidad”, expone. Su sello de distinción es que sus postres se elaboran de forma artesanal: “No tienen ningún tipo de conservantes ni colorantes, y utilizamos las mejores materias primas”.

Sirve los productos elaborados que solo se tienen que emplatar antes de servir. “Nosotros les facilitamos las salsas y decoraciones, y si es necesario les asesoramos en estética y técnica”, comenta el pastelero. También recibe encargos a medida “tanto postres como tartas de boda y otros eventos, salado para catering, bombones de algún sabor en especial, por ejemplo para maridajes. También hacemos productos para diabéticos y celíacos”, añade. En 2004, incluso le encargaron el pastel de boda de los Príncipes de Asturias.


Además de pasteles, elegantes, minimalistas y basados en los monoporciones, la marca Torreblanca también fabrica bollería, tartas exquisitas con una presentación muy cuidada, así como panettone, macaron, pastas de té u chocolates. El alicantino no se reconoce experto en ningún producto: “No tengo ninguna especialidad, intento innovar tanto en estética como en sabor y en técnica. Quizás el chocolate es un factor que aparece en la mayoría de mis creaciones, es una de mis materias preferidas”.

Virguerías de chocolate
El chocolate es uno de los ingredientes más presentes en los postres y también en el mundo culinario de Ramón Morató que se ha especializado en bombonería. “Indiscutiblemente el chocolate es el rey de la pastelería, desde siempre ha sido uno de los productos más respetados por los profesionales por todas sus connotaciones de producto noble, por su complejidad al trabajarlo, etc.”, sostiene.

Además de poseer enormes calidades nutricionales, también es un producto culinario por excelencia con amplias posibilidades que Morató intenta explorar: “Una vez superadas las cuatro normas básicas para su uso, el chocolate es combinable prácticamente con todo, la prueba de ello es que lo podemos ver aplicado en innumerables productos”.

Precisamente, Morató es el álma y el responsable del Aula Chocovic, la primera y única escuela especializada en chocolate, que es su centro de operaciones. Aquí es donde investiga, aplica las últimas tecnologías al mundo del dulce y transmite todos sus conocimientos a aquellos que acuden a su escuela para formarse o escuchar sus charlas o conferencias.

Además de su faceta de formador, sus dotes comunicativa le llevaron también a fundar una productora de televisión, Capdevila & Morató Associats, especializada en la grabación de videos para el sector. Unos montajes donde se muestra paso a paso y de forma pedagógica la elaboración de un surtido de productos. Además ha conducido y colaborado con diversos programas de televisiones argentinas y españolas como TVE o TV3.

El chocolate es el denominador común de todas sus creaciones de Morató desde las tartas y pasteles de diseño-con inimaginables formas, texturas y sabores- hasta la bombonería. Interior de praliné de azafrán y piel de naranja, bombón inspirado en el after-eight con hojas de eucaliptus, bombón con el interior de vinagre balsámico y trufa blanca de mango, son solo algunos ejemplos de sus sugerentes bombones. Morató también explota su espíritu más innovador con platos de postres de lo más sofisticados: arroz negro trufado, barrita energética, bloc de foi con chocolate, o pizza o hamburguesas de chocolate.

Crear escuela en el mundo
Lo más interesante de los estos dos cocineros es que transmiten todo lo que han aprendido de la cocina dulce a nuevos profesionales que pueden convertirse en la nueva generación de cocineros de postres. Torreblanca realiza cursos para profesionales para Estados Unidos, Japón, Sudamérica, Italia, Francia, Alemania y Bélgica. Además, junto con su hijo Jacob son miembros de la Asociación Relais Desserts donde “intercambiamos ideas con pasteleros de todas partes del mundo. Nos enriquece mucho profesionalmente, ya que en los seminarios trabajamos en conjunto para evolucionar cada año”.

Viajar por el mundo, estar en contacto con lo que pasa y asistir a eventos gastronómicos forma parte de su trabajo. Morató también intenta estar presente en todos los eventos: el Fòrum Gastronomic de Vic, el de Girona, participó en Fòrum de les Cultures de Barcelona en 2004, y no se pierde encuentros como Madrid Fusión. Este año ha realizado una gira por Australia donde ha impartido varios cursos, seminarios y talleres sobre el mundo del chocolate en el marco del festival Melbourne Food and Wine 2009. Allí se ha percatado que España es uno de los países más reconocidos gastronómicamente: “Puede reafirmar el respeto que tienen los profesionales del resto del mundo con el trabajo que se ha hecho en nuestra gastronomía en los últimos años. La mayoría de chefs, periodistas y gente del sector coincidían en decir que cualquier novedad, nueva técnica, recetas, libros o nuevos productos, les llega de nuestro país”, afirma Morató.


ENTREVISTA A JORDI BUTRÓN

Jordi Butrón, premio nacional al mejor pastelero-repostero de España.

Dentro de la cocina de los sentidos de Gourmetour y más concretamente la destinada a Tierra, el miércoles 18 de abril, entre otros colegas participó Jordi Butrón con una degustación de chocolates varietales y frutas.

Como mi interés por el mundo del chocolate, es bien sabido, aprovechamos para hacerle una entrevista. Jordi Butrón junto a su socio Xano Saguer crearon EspaiSucre (Espacio Azúcar) hace siete años en Barcelona, con la intención de atender dos frentes: una escuela de pastelería y un restaurante exclusivamente con platos de postre.

Los años de buen hacer premiaron a Jordi Butrón como el mejor pastelero de España en 1998 y recientemente en el 2006 ha conseguido el Premio Nacional de Gastronomía. Las ganas de seguir haciéndolo bien avalan la trayectoria de este profesional y su socio.

En esta entrevista, Jordi Butrón señala algunos de los puntos importantes relacionados con la pastelería de cocina. En sus palabras y experiencia demuestra que las cosas y más las de comer, no pueden dejarse en manos de aficionados, hay que pensar, experimentar, compartir y aprender.

Ha sido un placer, esta vez sólo lingüístico y conceptual.(José Luis Arpide: Vuestro restaurante EspaiSucre es un lugar con unas características especiales, ya que allí todos los platos que se sirven son dulces, la idea inicial fue tuya o de tu socio...Jordi Butrón: Fue una idea que tuve yo hace siete años, para unir mis dos grandes aficiones, uno la enseñanza de la pastelería de restaurante y dos la pastelería de restaurante. Enseñanza y pastelería y desde el principio EspaiSucre, fueron las dos cosas. Nunca ha sido aisladamente una escuela de pastelería de restaurante o aisladamente un restaurante de postres, desde el principio han existido las dos cosas al mismo tiempo.

JLA: De los distintos alumnos que habéis tenido en este tiempo, ¿hay alguno que haya comenzado a destacar o que haya creado su propia línea?

JB: Llevamos ya siete promociones, la que sale ahora es la séptima. Hay muchos alumnos que están bien situados, que están trabajando en buenas casas.

JLA: Supongo que el que hayan estado trabajando con vosotros es una buena referencia.

JB: Estoy de acuerdo que ir a estudiar a una buena escuela, yo creo que EspaiSucre lo es, aunque yo sea el fundador. Creo que lo que hemos conseguido en estos siete años es que EspaiSucre, para bien o para mal (creo que para bien) sea un referente a nivel de pastelería de restaurantes.

Esa era nuestra idea inicial, ser un referente, yo no digo los mejores, es cuestión de matizaciones y para gustos los colores. Cada vez que se hable de pastelería de restaurante EspaiSucre esta ahí como referencia y eso es un trabajo de tiempo y eso sí que se ha logrado. Pero lo que me comentabas, el haber estudiado en una buena escuela como EspaiSucre, eso sí que debe abrir alguna puerta.

En hostelería hay una cosa muy buena y espero que no se pierda y es que no existe, como en otros ámbitos lo que es la titulitis, el hecho de que si has estudiado en no se dónde, eso te abra puertas por sí mismo.

En hostelería está muy bien el ir a estudiar a escuelas y a buenos sitios, pero eso no sirve de nada si no demuestras el día a día. Eso es lo bueno que tienen los oficios manuales que no puedes mentir. Puedes mentir a la hora de hacer un currículo, pero no puedes mentir a la hora de elaborar algo real, algo tangible, algo comestible.

JLA: Además tenéis las opiniones de los clientes que a diario van a vuestro restaurante.

JB: Hay una relación constante. Es lo que les digo yo a los alumnos, aparte de que tú hagas los postes que a ti te gusten, siempre tienes que ser muy realista, tener muy en cuenta a qué cliente te diriges. Yo no estoy de acuerdo aunque la gente que conoce EspaiSucre lo crea que nosotros hagamos “cosas raras”, antes de poner cualquier ingrediente en un postre se prueba mil veces, se testa, incluso con clientes que vienen mucho, les decimos: prueba esto, a ver qué piensas, antes de ponerlo en la carta. Incluso después de estar en la carta, los postres pueden sufrir una cierta variación. Si tú crees que para ti haya una nota de acidez que está bien, sobre todo notas muy contrastadas, si la opinión del público es que eso está demasiado agresivo, no tengo ningún problema en rebajar esa sensación que a la gente le provoca un cierto rechazo, porque no nos engañemos, esto es un negocio. Siempre en una carta te puedes permitir el lujo de poner un postre que a ti te guste más, pero si todos los postres que pongo me gustan solo a mí y a la gente no le gustan...

Tienes que ir jugando entre lo que te gusta a ti y lo que gusta al público. Eso tampoco quiere decir que vendas tu alma al diablo, no estoy hablando de eso, de populismo.

Yo sé que una tarta de manzana con vainilla está muy buena, a mi me gusta, no digo nada en contra de esta tarta, pero no es nuestra forma de actuar, hacer este tipo de postres “fáciles”.

Para mi lo clásico no es algo negativo, la tradición hay que conocerla, si no conoces la tradición no puedes evolucionar, pero no estoy de acuerdo en que muchas veces la tradición se utilice como coartada para no avanzar, en vez de utilizarlo como acicate, como una cosa que te estimula, se utiliza como barrera, ”es que esto siempre se ha hecho así“, pero toda la vida no te has vestido así, como vistes hoy en día, no comes lo mismo, no oyes la misma música, no vives igual.

Evidentemente en la comida somos muy tradicionales, no ha evolucionado igual que en otros ámbitos, pero algo sí, sobre todo en pastelería: reducciones de niveles de grasa, reducciones de niveles de azúcares, sobre todo esas dos cosas y la gente pide postres más ligeros. Muchas veces me enfado con mis alumnos cuando me hacen esos pedazo de postres y les digo ¡que no voy a merendar!, que es un postre, no es una merienda.

Imagínate que te has comido un menú degustación de no se cuantos platos, después te llega el mondongo aquel, ¿pero dónde vas? Por eso es difícil introducir la filosofía del postre de restaurante, porque aún mucha gente se cree que el postre de restaurante es un trozo de tarta y una salsa al lado y como mucho un heladito.

Cuando vas a un restaurante de muchas estrellitas y comes fantásticamente, con platos complejos muy contrastados, creativos, sabrosos y llegas a los postres y es un desierto y dices: ¿La misma persona que me da este postre tan deficiente, es el que me ha dado ese plato fantástico salado? Pues sí. Aunque cada vez menos, estamos avanzando mucho porque cada vez se le da más importancia a la figura del pastelero de restaurante, que es una figura aún un poco amorfa, ¿qué es: un cocinero reciclado, un pastelero de tienda reciclado? Está un poco indefinida la figura, pero es normal que esté indefinido, porque es una profesión que tiene una veintena de años, como mucho treinta.

Es una figura que aparece en la nouvelle cuisine, a principios de los años setenta, entonces ¿qué pasa?, al ser una profesión tan joven, los códigos de actuación, el lenguaje no está fijado, no hay una gramática de pastelero de restaurante y cada uno coge un poco de aquí otro de allá, se están fijando un poco los códigos.

Hoy en día no se podría definir que es un postre de restaurante y qué no lo es.En EspaiSucre estamos preparando un libro, el prólogo del libro será un artículo de investigación de cómo ha aparecido la pastelería de restaurante, como desde la nouvelle cuisine, en que se da la figura del cocinero-propietario, con una obsesión básica: control sobre el sabor, como quiere controlar el sabor, no quiere intermediarios, por lo tanto el plato tiene que salir emplatado de cocina, sabiendo lo que ha hecho, quiere control. Se lo puede permitir porque él es el cocinero-propietario, hasta ahora no había existido la figura del cocinero-propietario, era cocinero a sueldo de...Quiere también controlar los postres y es cuando aparecen los primeros postres emplatados, se dice que el primero que hizo postres emplatados fue Michel Guerard, pero no está certificado.

Es como otra, dentro de la pastelería de restaurante hay tres o cuatro personas importantes que no se les ha dado el mérito, en este caso Michel Guerard, que se dice que fue el primero en crear el postre emplatado. Michel Trama, que hoy en día nadie habla de él y es un tres estrellas, está en Puy Mirole, cerca de Toulouse y él hizo la primera cristalline, los primeros elementos en este caso de fruta de manzana cristalizados, secos, hoy en día la gente lo hace de todo, lo inventó este señor.

Hizo la cristalline de manzana verde, la lágrima de chocolate con mousse de chocolate y cerezas griotte, muy copiada, la pirámide crujiente de pan de especias y si hoy en día el postre más copiado es el coulan de M.Bras, cuando yo empezaba, a final de los ochenta y principios de los noventa, todo el mundo copiaba los postres de Michel Trama y ayudó mucho a la evolución de la pastelería de restaurante. Después Bras con su coulan y después una figura que hoy en día es muy conocida, Gagnière, revolucionó la pastelería de restaurante. Él viene de una formación muy clásica, además su primer restaurante estaba en Saint Etienne, al lado de Lyon y era muy amigo de un pastelero de esa ciudad, tenía mucho contacto con él y eso también le ayudó, tenía una pastelería absolutamente marciana, es decir mezcla de códigos de pastelería, restaurante, elementos súper tradicionales, era una mezcolanza fantástica e incluso creo una cosa que aún existe en su restaurante de París, es el gran postre de Pierre Gagnière, te dan dos o tres cositas, mini postres, tú vas comiendo, si quieres más te dan dos o tres cositas más, si quieres te dan otras tres cositas más... Es el gran postre de Pierre Gagnière, no está en la carta, no pone las cositas que son, pero pone: el gran postre de Pierre Gagniére, es un festival alucinante.

Utiliza, por ejemplo el pimiento rojo confitado, que eso también lo hacía Bras, verduras, referentes de cocina salada. Ellos como son cocineros no tienen ningún tipo de tabú, mezclan indistintamente elementos de sal, de vinagre, de especias, de verduras, siempre tamizados por el azúcar para llevarlos al campo de la pastelería. Esto es un trabajo que incluso hoy en día es ultramoderno.

JLA: Como sabes a mi me interesa el mundo del chocolate, cuando estuve en vuestro restaurante observé que sólo había un postre de chocolate, ¿qué me puedes decir al respecto?

JB: Ahí hay que matizar. Dentro de un mes vamos a incorporar un menú de chocolate. Te puedes alegrar, pero a lo mejor no, te explico: el chocolate es muy especial, a mí me encanta el chocolate. Aquí en Gourmetour, hemos venido para hacer una pequeña cata de los orígenes únicos, con cacao Barry, que son fabulosos y patrocinadores de nuestra escuela, pero el chocolate tiene una cosa que a mí no me gusta y es que cuando la gente piensa en el chocolate, en un postre de chocolate, piensa que el chocolate tiene que ser el elemento principal.

Si tú piensas en la fresa, la fresa puede ser un pequeño acorde, una pequeña nota, una presencia testimonial o complementaria, sin embargo el chocolate, cuando piensas en él, dices ¡ummm!, tiene que ser mogollón de chocolate, lo principal, y eso a mi no me gusta, porque me condiciona a la hora de crear. Yo no quiero estar condicionado por nada.

Tú comentabas: solo había un postre de chocolate..., lo había en más, lo que pasa es que el chocolate en esos postres no es el elemento principal, está como una nota más, como una nota de amargor, no está el chocolate, está el cacao o está el nib (grue o granillo) tostado del cacao, es decir los diferentes derivados.Seguramente no hay un pastel de chocolate, para llenar la boca, ¿por qué?, como te he comentado no quiero que me condicione.

Hay que luchar contra la mentalidad de la gente de que el chocolate tiene que ser el ingrediente principal.Últimamente se están publicitando chocolates con alto contenido en amargor, pero luego si hicieses una encuesta veríamos que una gran mayoría admitiría que no le gusta ese grado de amargor. La nota amarga en un postre, la tienes que poner en pequeñas dosis porque provoca rechazo.

En España no hay cultura de lo amargo. Cuando pones la nota amarga tienes que ir con el freno porque sabes que va a ser un elemento que va a provocar rechazo.Por ejemplo cuando preguntas al cliente: ¿le ha gustado el postre? Sí, bueno aunque a mí lo amargo no me gusta. El café como lo quiere: solo, bien cargadito, ¿quiere azúcar? No, no quiero azúcar. He aquí la gran contradicción.Laura Alonso Nieto: El chocolate se asocia más a la glotonería, con un postre dulce, como muy jugoso...

JB: Un postre de restaurante no tiene que ser glotón, sí que puede ser goloso

LAN: Lo que comentabas, la gente asocia el chocolate como algo principal porque lo ve como algo que le va a saber dulce.

JB: A mis alumnos de la escuela les comento que cuando salgan van a tener que hacer una labor evangelizadora. Igual que el chocolate no tiene que ser algo exagerado, para hartarte, un postre tampoco tiene que ser un mondongo de tarta. No es el contexto.En EspaiSucre tenemos dos menús, no puedes comer un postre solo, un menú de tres platos y otro de cinco. Uno pequeño y uno grande ¿por qué? Básicamente porque yo quiero controlar qué se comen en primer lugar, los primeros postres tanto del pequeño como del grande, siempre hay mucha agua, sensación de frío, acidez, picantes, es decir cosas que provoquen limpiar la boca, dejar la boca fresca, con mentoles, balsámicos, etc. Después hay notas intermedias, donde ya masticas más porque la masticación es un sistema para marcar sabor, porque si la comida está más tiempo en la boca, tienes más tiempo para descifrar de qué se trata, tan simple como eso. Y los últimos postres, siempre son notas más torrefactas, regaliz, café, chocolate. Cuando pongo chocolate nunca lo pongo solo, pondré algo para contrastar, ya sea acidez, alcohol, picante, amargor, técnicas de frío, algo para rebajar esa sensación pesada.

JLA: Yo tomé el menú de cinco platos y sí notaba una sensación acuosa, al principio, más ácidos...

JB: Hay una gradación...JLA: Sí, me imaginaba que tendría un código de sabores.

JB: muchas veces les pasa a los clientes que se quedan extrañados, pero al final les gusta. Cuando a veces voy por las mesas, les pregunto: Usted cuando va a comer un menú ¿al principio qué come? un civet de liebre con trufa –no, no-. Primero ¿qué le dan?, una sopita, una ensalada, después el pescado y después la carne, pues en los postres pasa igual, yo de primer postre no le puedo dar un chocolate, porque si le doy el chocolate le emboto el paladar, le saturo y después ¿qué le doy? Una bomba.Por eso hay que ir haciendo gradaciones a dos niveles: de menos a más, de cosas más ligeras a cosas más intensas, y de temperatura. Ahora en verano no, pero en invierno siempre tenemos algo frío, algo tibio y algo caliente. Aunque se están perdiendo los postres calientes, porque son más difíciles de hacer, implica que haya una conexión con la sala, aunque sucede con la cocina salada, no entiendo por qué no se puede hacer con los postres.

LAN: Creo que hay que saber combinar en un restaurante la comida salada con la de los postres...

JB: Tiene que haber coherencia...

LAN: Depende del tamaño del restaurante, que tú tengas un par de cocineros para la comida salada y que puedas tener un cocinero–pastelero para los postres.

JB: Cada vez más los grandes restaurantes, y no sólo los grandes, tienen la figura del pastelero de restaurante ¿por qué? Porque quieren personalizar su oferta, es que si no hacen siempre lo mismo: pastel de trufa, tarta sacher, milhojas, etc. Si quieres personalizar tu oferta tienes que tener un especialista y pastelero de restaurante, es un especialista. Es alguien que tiene bases de pastelería de tienda, es decir pastelería clásica y se ha reciclado utilizando técnicas de cocina o nuevas técnicas, por ejemplo la inmediatez que en una tienda no se utiliza. Se basa en la producción, en la mise en place (puesta en el sitio), de martes a viernes, tú produces, llenas las cámaras y sabes que sábado y domingo te arrasan, haces los acabados, te vacían todo y el martes otra vez a hacer producción. No hay la tensión del servicio, no hay la inmediatez, no puedes montar un postre al momento.

Además tienes que hacer cosas que duren mucho tiempo, si te compran una tarta, tú no sabes cuándo se lo van a comer. Por ejemplo, si yo hago una mousse, en un restaurante puedo poner cuatro, cinco o seis hojas de gelatina por litro de nata, en cambio en una pastelería tienes que poner diez o doce hojas, porque como no compren la tarta y la metan enseguida en la nevera, eso se les cae como no pongas cemento, en ese caso el cemento es la gelatina, el tensante. Son otras prioridades.La pastelería de restaurante es una especialización de la pastelería de tienda, por eso como comentamos antes, los códigos tienen que fijarse todavía, pero poco a poco, es cuestión de tiempo.J

LA: ¿Cuáles son vuestros planes a corto plazo?

JB: Lo que vamos a hacer es agrandar la escuela, la vamos a hacer el doble, hemos cogido el local de al lado, eso es buena señal para nosotros y para nuestros alumnos. Tenemos previsto redactar un libro, pero eso va más despacio. Gracias, por tus acertados comentarios y suerte con tus alumnos y clientes

viernes, 1 de octubre de 2010

RESTAURANTES DEL MUNDO

Este articulo de cocina ha llegado a mí, de la mano del alumno de cocina, Juan Carlos Moraes de Souza, que actualmente cursa 1º de cocina y gastronomía en el Hotel Escuela Santa Brígida. Desde aquí darle las gracias por compartir con nosotros esta noticia culinaria, con la cual inauguramos la colaboración de los alumnos en este blog.
Espero seguir recibiendo información vuestra con respecto a ferias, jornadas, noticias en prensa, recetas, etc.
Un saludo a todos y espero que os guste.

Restaurante D.O.M
de Sao Paulo

Entramos en el glamouroso restaurante D.O.M de Sao Paulo a través de una puerta de madera maciza, gigantesca e imponente nos abre paso a un espacio moderno de atmósfera minimalista, proyecto que lleva la firma del conceptuado arquitecto Ruy Ohtake.

Al fondo, una cocina larga, estrecha y acristalada nos permite ver todo lo que se cuece en ella. En total un ejercito profesional de casi 40 personas, entre cocineros, ayudantes, maitres, sumiller y camareros, reciben una media de 150 clientes diarios.

Alex es un hombre de espíritu fuerte, cariñoso, entregado y amante de su labor.
Realiza una cocina creativa, de autor, de técnicas que van, desde las más contemporáneas, a estudios que se realizan en esta cocina y que lógicamente solo ganan sentido si agregan valor al producto.

Según él, las cocinas viajan de alma, pero no de cuerpo. La personalidad del D.O.M. puede tener sabores del mundo todo, pero lo que el comensal tiene que llevarse a casa, es el sabor que ha comido en Brasil.

La valorización de la receta tradicional brasileña, autóctona y genuina trasladada a los nuevos métodos y cuidados, es la filosofía constante y latente de este chef.
En su menú degustación, vivimos tres momentos muy claros. Empieza presentándonos unas entradas muy rupestres, de repente platos atrevidos y modernos, para terminar con una clara tendencia a lo confortable, con temperaturas más amenas y sabores más familiares, cercanos a la cocina clásica.
Destaque para el foie gras con crujiente de arroz salvaje, avellana, helado de cambuci y consomé de bonito. ¡Sublimación de placer! Las ostras empanadas con tapioca marinada, tratamiento de joya dado a la tapioca, verdadera construcción de sabor y textura.
La crema de mandioquinha con chocolate blanco y caviar.

Es en estas obras, donde reconocemos al cocinero que aporta nuevos registros, aquel que es capaz de dejar de lado la técnica, porque ésta ya está incorporada en su memoria, simplemente se vuelve virgen y aparece un nuevo lenguaje, mucho más atrayente, más puro.
El consomé de setas al perfume de Amazonía, nos transporta a la floresta, plato emblemático y de la vieja colección de Atala. La crème brûlée de maíz con foie gras, nos remite a la gastronomía internacional, pero la influencia del maíz en su concepto de ingrediente de terruño, es victoriosa.
El maravilloso pescado de la bacía amazónica, filhote con tucupí y tapioca, colosal! El servicio de sala se enaltece con una puesta en escena delante del comensal.
Ritual que va desde una adaptación del clásico aligot a la paletilla de cordero al vino blanco y romero, perfectamente brillante, deshuesado al momento, meloso, jugoso, divino.
Los dulces de hacienda son un postre, impresionante. Homenaje a las señoras que cocinan en las haciendas con fuego de leña. Belleza en estética.

El helado de jabuticaba con wasabi, simplicidad. El ravioli de banana con fruta de la pasión y helado de mandarina nos lleva a lo tropical, y sobre todo al cruce de contrastes, crujiente, frío, caliente, ácido y dulce.
Para terminar la fiesta, unas mignardises: influencias de infancia como maría mole, dadinho (caramelos de niños de cacahuete), dulces entre los clásicos macarrons y un merengue relleno de castaña de Pará y yogurt.

En fin, el primer cocinero de Sudamérica que se engrandece cada día buscando conquistar el mundo. Seguro que lo conseguirá.