miércoles, 27 de octubre de 2010

MI VIAJE A LAS SALINAS DE FUENCALIENTE






En uno de mis viajes a la isla bonita "La Palma" pude conocer de primera mano Las Salinas de Fuencaliente. Os puedo decir que teneis que visitar la isla de norte a sur, no os vais a arrepentir.
En este paisaje volcánico casi lunar, nace un producto canario más, de muy alta calidad que podemos emplear en nuestras elaboraciones de cada día, desde un mojo, pasando por unas papas arrugadas, a un pescado a la sal, asi sucesivamente hasta un sinfín de platos creativos o tradicionales.

De constituir una herramienta básica de la cocina tradicional, la sal está pasando a ser el ingrediente principal de los platos más atrevidos del momento.

Los Chefs de vanguardia buscan en ella el valor añadido de sus recetas. Actúa como agente conservante de productos como el bacalao o las aceitunas; su presencia es imprescindible en el proceso de elaboración del jamón y los embutidos, así como en toda la salazón y ahumado de carnes y pescados; se emplea en repostería y heladería para potenciar los sabores... y todo esto no es más que el principio de un ilimitado repertorio de aplicaciones que recoge los usos que le han dado todas las culturas gastronómicas actuales y pasadas.
La Flor de sal posee un sabor delicado y puede emplearse tanto a mitad de la cocción como en su acabado y presentación. La textura y gusto que muestra este producto estrella de la cocina, hace que los platos orienten sus preferencias hacia un tipo u otro.
Si la cocina se viene perfeccionando hasta alcanzar la vehemencia, por qué no la sal para condimentar los platos, y aunque son numerosas las que podemos encontrar en el mercado (muchas provenientes de la costa atlántica francesa), en nuestras hermosas Islas, para ser más exactos en el sur de La Palma, en el municipio de Fuencaliente, quien debe su nombre a la fuente de aguas termales medicinales conocida como Fuente Santa que había en la costa del municipio, cerca de la actual Playa de Echentive, y que fue sepultada por las lavas del volcán de Fuencaliente, se erige uno de los paisajes más hermosos de Las Islas Canarias declarado “Espacio Natural de Interés Científico”: Las Salinas de Fuencaliente, quien nos ofrece esta apreciada Flor de Sal.

La Flor de Sal de las salinas de Fuencaliente tiene una textura, un sabor y un color muy especial, que vienen dadas por la ubicación de las Salinas de Fuencaliente, un lugar donde la cadena volcánica se sumerge en el mar, rodeado por un océano limpio, que se purifica continuamente dada las fuertes corrientes del Sur de La Palma, declarada Reserva Mundial de la Biosfera.

Esta delicatessen es cada vez más empleada por nuestros profesionales de la cocina, quienes están siempre en constante investigación en busca de productos que emanen de nuestras Islas.
Entre sus principales cualidades se destaca un menor contenido en sodio, y su mayor riqueza en sales magnésicas. Posee un sabor delicado y sutil, que se prolonga en el paladar y acentúa el sabor natural de los alimentos como ninguna otra sal. En cuanto a la textura, es una sal de pequeñas escamas muy finas y delicadas que se deshacen con facilidad entre los dedos, transformándose en pequeñas partículas de sal con una mezcla entre blanco y rosa pálido. Color rosáceo que se debe circunstancias científicas que suman mayor riqueza a la sal.
Cultivo de la flor de sal

Al atardecer de los cálidos días de verano, cuando los alisios se retiran hacia el mar y con la ayuda de una herramienta que han denominado “cedazo”, en las Salinas de Fuencaliente recolectan esta fina capa de sal con movimientos lentos y regulares. La sutileza requiere verter toda el agua en un colador de grandes dimensiones. No obstante, esta recogida tiene que realizarse de manera rápida , ya que una vez quebrada la capa de sal , empieza a descender. El cultivo de la flor de sal es fruto de un proceso natural y laborioso, ya que sólo se cristaliza con la combinación óptima de mucho sol, poca humedad y una leve brisa . Así, se logra conservar todo los valiosos minerales y oligoelementos que provienen de la naturaleza del mar.



Proceso productivo Natural

Los 4 elementos dan vida a la sal de forma natural
El Mar: el agua es captada de la ribera del Océano Atlántico que baña la costa de Fuencaliente, vértice sur de la isla de La Palma.

El Sol: el calentamiento previo se produce en los cocederos o charcas, donde se concentra la salinidad, de 36 gr./litro a unos 290 gr./litro antes de llegar a los cristalizadores.

La Tierra: el agua más concentrada llega a los cristalizadores o salinas, pequeños rectángulos de barro y piedra negra que atrae el calor y permite la cristalización del agua marina, alcanzando 360 gr./litro su punto más álgido.
El Aire: la sal se extrae de las salinas para colocarla a su orilla y así, los alisios pueden secarla y extraerle la humedad para su almacenamiento.


Artesanal

Los artesanos de la sal aplican el buen hacer de la tradición .

La recolección: desde los antiguos romanos se recolectaba la sal y se distinguía como un producto apreciado. El hombre ha utilizado herramientas para su recogida, herramientas tradicionales que han llegado a la actualidad como el rastrillo o la raspadera, o el cedazo empleado especialmente para la recolección de la apreciada Flor de Sal.
El Almacenamiento: Antes de las primeras lluvias otoñales, la cosecha debe ser almacenada, pues el período de zafra comprende los meses de mayoa octubre o noviembre, las carretillas y palas se hacen extremidad es del artesano, que con delicadeza para no dañar la estructura de la salina, extrae pequeños tesoros 100% naturales.

Transformación: Un proceso de molienda, secado (solo la sal fina) y envasado, donde no interviene ningún proceso químico, permite un grano de sal uniforme, sin alterar las valiosas cualidades oligoelectricas y minerales de la Sal Marina TENEGÚIA.

Mantenimiento: Durante el resto del año, se mantiene la estructura de las salinas y antes del inicio de la cosecha anual se limpian y acondicionan, quedando durante ésta época invernal al servicio de la naturaleza.

Las salinas de Fuencaliente, representa definitivamente, unos de esos paisajes productivos que debemos añadir a esa lista que muchos tenemos de “lugares para visitar”, y es sin duda uno de los destinos obligados para un buen gastrónomo. Así que, este maravilloso lugar es el destino por excelencia para este verano, cuando están en plena producción de sal.


Consejos de los gourmets

Es ideal para aderezar alimentos que serán consumidos directamente, sin disolver los granos de la flor, ya que estos granos poseen una textura blanda y un sabor marino muy agradable al paladar. La flor de sal de las SALINAS DE FUENCALIENTE, con un delicioso sabor a mar, le da un exquisito gusto a los platos, que sin duda, complace a los paladares más exigentes.

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